jueves, noviembre 11, 2010

Otra vez el derrumbe de la Circunvalar (Capítulo 4)

Otra vez se vino abajo, y esta vez más en serio, el derrumbre que conecta (y que amenaza con conectar todavía más) la carretera a La Calera con la Avenida Circunvalar, a la altura de la calle 92. Ese derrumbe no es nuevo, como bien lo saben los vecinos, las autoridades distritales y las personas que visitan este blog. Entradas anteriores, que recomiendo repasar:
Allí anoté hace ya casi tres meses:
"Si yo viviera en esos edificios de arriba, quisiera tener absoluta seguridad por parte de los expertos (hasta donde eso es posible), de que este deslizamiento 'cebado' no pone en peligro la banca de la carretera a la Calera, ni la estabilidad de los suelos de allí en adelante. Una montaña -sobre todo si llega a estar saturada de agua- puede ser como una media de nylon: se puede "ir" por un punto."
El socavamiento de la base de la carretera a La Calera es más notorio y más peligroso. Las autoridades distritales operan de manera presta y eficiente para remover el derrumbe y restablecer la movilidad sobre las vías afectadas, pero hasta el momento no se han tomado las medidas necesarias para evitar que ese proceso siga avanzando... y que los edificios de arriba bajen de estrato.

Efectos colaterales: como mencionamos en otra de las entradas sobre este mismo tema, esas escaleras les facilitaban la vida a muchas personas que trabajan en los edificios situados cerca a la vía a La Calera. A raíz del derrumbe se han visto obligados a cambiar su ruta.
Las "raices" de un poste que estuvo allí hasta la penúltima venida del derrumbe.
El barro dibuja fractales sobre la calzada.
Bienaventurados los insectos, pues ellos heredarán La Tierra... a menos que los seres humanos aprendamos los secretos de la metamorfosis. Si no de la biológica, por lo menos de la metamorfosis cultural que nos permita seguir habitando este planeta.
A unos pocos metros del derrumbe, donde el muro de contención todavía aguanta.
Entrevista de Yamid Amat en CM& al Director del IDEAM sobre la temporada invernal en Colombia