lunes, octubre 11, 2010

AVALANCHA EN PAMPLONA

Hace un par de semanas tuve la fortuna de pasar algunos días en Pamplona (Norte de Santander, Colombia). Me llamó la atención ver en la loma del fondo, una situación que confirma que las siembras "industriales" de pinos, eucaliptus o de cualquier otra especie, no se valen como reforestaciones protectoras. Resulta claro que después de que se cosechan los árboles, el suelo queda suelto y la montaña pelada.Tomé estas fotos sin imaginarme que pocos días después, el 6 de Octubre pasado, una fuerte "avalancha" descendería por esta calle, poniendo en peligro la vida de la gente, arrastrando carros y deteriorando las casas.
Varios medios registraron así la magnitud del evento:
Lo que no cuentan explícitamente los medios (salvo el extranjero), que por lo general se limitan a describir la historia sin profundizar en las causas, es que detrás de esas casas pasa la carretera que conecta a Pamplona con Bucaramanga, y que las "obras de arte" (alcantarillas y cunetas) no habían recibido el mantenimiento necesario, motivo por el cual se encontraban colmatadas y no tuvieron capacidad para recoger y encauzar las aguas del tremendo aguacero que antecedió a la avalancha. La erosión de la montaña y muy seguramente los restos de la cosecha de pinos, deben haber contribuido a taponar las alcantarillas y las cunetas, y en consecuencia a generar lo que habría podido ser un desastre de mayores proporciones.
ALGUNAS IMÁGENES QUE ME REGALÓ PAMPLONA
Calle
A la espera del sol o del aguacero. Aquí si hay gestión del riesgo.
El Humilladero
Zarape
A sus marcas.... Listos... ¡YÁ!
Salud Pública. Cada generación con su propio termostato.
Fecundidad
Ruana viene...
Ruana va...
Cielorazo

Espiral en escalera
Biodiversidad en acción: definitivamente, biodiversidad es lo que somos.
Rumbo a Pamplona, volando sobre Bucaramanga, me di cuenta de que algunas de las cañadas que atraviesan el casco urbano de esa ciudad de mi infancia, forman una hoja de marihuana.