domingo, agosto 30, 2009

BILL

Este es Bill, el hasta ahora más grande de los huracanes del Caribe -o del Atlántico- en la temporada 2009.
Ojo al tamaño de Puerto Rico, junto a la flecha verde de la izquierda
New York, dentro del óvalo amarillo
Fotos: NASA

domingo, agosto 09, 2009

HUMEDALES ≠ CAMPOS DE GOLF

CAOS ORGÁNICO ≠ ORDEN LINEAL
Como ahora afloró el embeleco de convertir en campos de golf algunos de los pocos humedales que le quedan a Bogotá, vale la pena mirar estas fotos que cuentan por sí solas por qué esa propuesta carece de sentido en términos éticos y de conservación.
Este de abajo es un pequeño humedal de la Sabana:
UN CLICK EN CADA FOTO PARA VERLAS MEJOR
Y esto (abajo) es el campo de golf del club Los Lagartos de Bogotá:

Este es el humedal de Tibabuyes en el sector de la llamada "Chucua de Colsubsidio" en Bogotá:
Este es un campo de golf. No por el hecho de que los golfistas lo llamen el green, quiere decir que pueda reemplazar los humedales:
Foto: INTERNET
Y este es el humedal de La Conejera en Bogotá:
Este de abajo es otro campo de golf. Lindo ¿cierto? Sí, pero no es un humedal
Foto: INTERNET.
Y este es otro recodo del humedal de la Conejera en la localidad de Suba en Bogotá:
Este YA NO ES un humedal. Es un espejo de agua construido en el que fuera "tercio alto" del Humedal de Tibabuyes en Bogotá:
Esta es otra foto del mismo ex-humedal:
Ese aparente "desorden" orgánico de los humedales forma parte de su esencia y su razón de ser. De la biodiversidad, intergridad y complejidad de los humedales depende su capacidad para prestar múltiples servicios ambientales, entre otros el de ayudarle al territorio a absorber los efectos del cambio climático. Cuando los seres humanos les imponemos nuestra uniformidad estética y nuestro orden lineal, dejan de ser humedales. Mal se puede pretender que la mera conservación de un "espejo de agua" determine que el humedal mantenga su condición. Más reflexiones sobre este tema en el artículo "Cambio Radical a los Humedales"

LLUVIA "POR PARTES"

No es extraño que en una ciudad que tiene por lo menos 39 mil hectáreas de extensión, llueva "por partes", como se suele afirmar. He aquí dos aguaceros simultáneos sobre dos sectores distintos de Bogotá (Agosto 4 de 2009, alrededor de las 5:30 de la tarde).
Hacia el nor-oriente y nor-occidente del parque Simón Bolívar
Al sur-oriente de la Avenida Calle 13